Ubicado en Santiago de Querétaro, el Parque Lineal La Espiga constituye el eje verde estructurante de un desarrollo urbano de más de 190 hectáreas. Concebido como un corredor ambiental, recreativo e hidráulico de 2.8 km de longitud, su trazo norte–sur articula la movilidad interna del conjunto con la ciudad, integrando paisaje, infraestructura y espacio público.

El proyecto responde a un entorno semiárido mediante estrategias de restauración y manejo hídrico, funcionando como vaso regulador de las escorrentías provenientes de La Peña Colorada y las zonas urbanas colindantes. Su sistema de canales, lagos y represas convierte al parque en una pieza clave de infraestructura verde, capaz de mitigar riesgos y mejorar la calidad ambiental del territorio.

El diseño aprovecha la topografía natural y el sustrato rocoso para generar modelados y lomas que facilitan la plantación, aportan privacidad y enriquecen la experiencia del recorrido. A lo largo de su trazo, el parque alberga ciclovías, senderos, plazas y áreas de estancia que promueven la convivencia y el encuentro comunitario.

La paleta vegetal combina especies resilientes y adaptadas al clima de Querétaro —como pirules, jacarandas, mezquites y lavandas—, conformando un paisaje mediterráneo contemporáneo que equilibra sombra, textura y color. La Espiga se consolida así como un modelo de infraestructura paisajística integral, donde naturaleza, ciudad y comunidad convergen en un mismo gesto.