Ubicado en Tapalpa, este proyecto de paisaje enfrenta una topografía desafiante con soluciones que respetan la esencia del sitio. La intervención se centró en preservar la estructura natural del terreno, trabajando con la servidumbre lateral para garantizar seguridad y accesibilidad conforme a normativas de bomberos, sin comprometer la estética ni la funcionalidad del espacio.

El diseño resalta el contraste entre la vegetación y el hardscape, creando terrazas y estancias monolíticas que se integran de manera armónica con el entorno. Olivos escultóricos enmarcan la entrada, acompañando la presencia de un majestuoso árbol preexistente que se mantiene como protagonista del paisaje.

La paleta vegetal fue cuidadosamente seleccionada para fusionarse con el paisaje natural, asegurando la adaptación de cada especie a las condiciones climáticas de Tapalpa, incluidas las heladas invernales. Además, se diseñaron diferentes ecotonos, considerando la variabilidad del suelo y la incidencia de luz solar, permitiendo una transición fluida entre los distintos ambientes del terreno.